LIMÓN NEGRO: Descubre la versatilidad hecha limón
También conocido como Loomi o limón negro, nos encontramos ante una variedad de limón de origen persa que es muy versátil puesto que tiene diferentes aplicaciones: se pueden hacer algunos agujeros en el limón y agregarlo a la olla durante la cocción de alimentos, se puede moler y utilizar el polvo como condimento y también es habitual quitar la piel exterior, las semillas dentro y usar las hojas secas.
El limón persa es consecuencia de un proceso en el que es necesario lavar el limón fresco, salpicarlo con un poco de sal y dejarlo reposar durante aproximadamente un día. Después de eso, se vierte un poco agua con vinagre en una olla y se deja hervir. A continuación se añaden los limones dentro, sólo durante 10 segundos, se sacan y se lavan con agua fría. Luego se vuelven a poner de nuevo en agua hirviendo durante 1 minuto, pero esta vez no se lava con agua fría, sino que se deja reposar.
A continuación, se hacen algunos agujeros con una aguja o similar en cada limón y se ponen sobre una lámina resistente a la luz solar durante unos 10 días. A continuación, se ponen en una cesta y se mantienen en la sombra para ser secado por completo. El proceso puede durar alrededor de dos meses de forma natural.
La época de recolección comprende los meses de Enero y Febrero, pero gracias al proceso de deshidratación aplicado, podrás disfrutar de este exótico aderezo durante todo el año.
En lo que se refiere a sus aportaciones, el limón persa es de sabor fuerte. Posee un matiz amargo y cítrico como una lima, pero también a tierra con un toque ahumado y carece de la dulzura de limas frescas. Debido a que está deshidratado, también tiene un sabor ligeramente amargo, que se concentra principalmente en la piel y las semillas.
Como hemos comentado antes, gracias a su versatilidad, puede usarse en combinados, ensaladas, lácteos y en cualquier infusión, así como en una gran variedad de recetas de cocina por lo que innova, experimenta, prueba, pero sobre todo, disfruta de lo que creas.